viernes, 17 de junio de 2011

BASTA DE TRATA

El tema de la exposición del pasado Miércoles 1 de Junio, y con el que despedimos este segundo cuatrimestre de exposiciones, fue “trata de personas con fines de explotación sexual en mujeres y niñas”

Debo decir que es la primera exposición a la que llego sin tener idea de lo que era. Cuando leí que se “trataba” sobre personas, pensé que era un tema del que no se había especificado aún nada, pues el término “trata” para esta expresión no lo conocía. Me parece un trabajo muy interesante el que ha realizado mi compañera sobre este tema, y muy novedoso desde el aspecto educativo, ya que siempre se suelen incluir a estas personas dentro del colectivo de prostitución, cuando su realidad, tal y como nos mostró la compañera es muy diferente.

En primer lugar, visionamos un vídeo en el que se reflejaron de forma muy clara los principales indicios o indicadores que nos hace ver que estamos ante un caso de trata. Entre ellos, destaco que estos menores, principalmente mujeres, llegan a ejercer la prostitución mediante engaños y coerciones, pues se les suele amenazar con hacer daño a la familia. Otro rasgo muy definitorio es que suele ser una persona inmigrante, que haya llegado al país con las expectativas de conseguir una vida mejor de la que llevaba en el suyo de origen, y a pesar del tiempo de residencia no ha conseguido hablar el idioma. Por último, tienen dificultades para salir y relacionarse con otras personas, a esto se suma que es muy probable que no dispongan de su DNI.

Es muy importante distinguir entre los casos de trata y de tráfico de personas, ya que con frecuencia también suelen confundirse. Sin embargo, en este último si existe cierto consentimiento de la persona inmigrante con otra para que le ayude a llegar al país que desea o ciudad que desea. En cuanto a la explotación, en el tráfico de personas finaliza con la llegada de la persona al origen, sin embargo, como hemos dicho anteriormente, en la trata la persona sufre una posterior explotación con finalidad de beneficio económico. Una de las diferencias que bajo mi punto de vista es la más importante, es que en la trata se atenta contra la dignidad y los derechos de las personas, mientras el tráfico constituyen sobre todo un delito contra el Estado por entrar de forma ilegal a las personas. Por último, me gustaría señalar en este punto, que es muy probable que una personas que entre en un país mediante el mecanismo de tráfico de personas, desemboque en caso de trata, pues no olvidemos que llega a un lugar donde no conoce a nadie, al que ha llegado con unas expectativas de lograr un futuro mejor, por lo que con toda seguridad, pida ayuda para encontrar un trabajo, y estas personas sin escrúpulos se aprovechen de ello, sufriendo una explotación tras el traslado.

Todo lo que comentó la compañera me hizo reflexionar bastante sobre este tema. Creo que en este mundo tan globalizado, donde hay unos pocos países enriquecidos a costa de la pobreza de otros, este es uno de los problemas más graves en cuanto atentado a los derechos humanos se refiere. Cada vez son más las personas que deciden jugarse la vida, arriesgarlo todo por conseguir un trabajo que les asegure un futuro mejor tanto a él o ella, como a su familia. A pesar del desarrollo del que se presume en mucho de los países más desarrollados, (entre ellos España) esta es una realidad que está a la orden del día, pero como he dicho anteriormente, muchas veces se escuda bajo la prostitución. Pienso que deberían existir leyes más duras contra las personas que realizan “la trata” y que respeten los derechos que tienen estas mujeres una vez son “rescatadas” de este infierno. Como educadores sociales, tenemos un importante papel en lo relacionado con la concienciación y sensibilización de la sociedad ante este tema y sobretodo informar sobre la realidad y todo lo que encubre esta situación. Un ejemplo de esta necesidad, es que las autoridades, en muchos casos reportan a estas mujeres a su país de origen, y una vez allí pueden sufrir humillaciones o incluso maltrato por parte de sus familiares y personas cercanas. Los poderes públicos encargados de llevar este tema, tengan en cuenta las distintas culturas de los países a la hora de tomar cualquier decisión sobre estas mujeres.

La concienciación y la sensibilización de la sociedad no es nuestro único papel en nuestros caso, este todavía va mucho más allá. Como profesionales de lo social, es muy importante que sepamos diferenciar cuando en una situación de prostitución existe una trata de la persona, pues esto provoca unas determinadas características psicosociales en las mujeres en las cuales debemos intervenir, para lograr que recupere cuando antes su bienestar y llevarlas a una situación normalizada. La compañera nos explicó cómo se intervenía ante estos casos desde una asociación determinada, sirviéndose de la infiltración de los educadores sociales en los pisos o lugares donde se practica la prostitución, valiéndose de escusas como el reparto de condones, y así detectar los casos. Yo destacaría una parte muy importante de la que sería nuestra intervención: el acompañamiento. Tenemos que servirle de apoyo ante esta dura situación, pues posiblemente no tenga a nadie más a quién acudir. Esta labor no se limita simplemente a la ayuda en la tramitación de papeles para quedarse residiendo en el país, si no que iría más allá, acompañamiento al médico (realizar pruebas de enfermedades de transmisión sexual), escuchando activamente sus demandas y deseos, sus miedos, fomentar su integración en la sociedad mediante otros recursos informales como talleres o cursos en los que tenga la oportunidad de interaccionar con otras personas, inclusión en grupos de autoayuda, etc.

Es muy importante la prevención, y en muchos casos el tratamiento de los problemas psicosociales que se presenta en estos casos, y para ello, también vamos a tener que contar con la ayuda de un equipo interdisciplinar tales como psicólogos, y como mencioné anteriormente, médicos que les realicen todo tipo de pruebas y constaten que se encuentran en un buen estado de salud físico.

La educación en valores, bajo mi opinión es una de las intervenciones preventivas que puede dar más resultado a largo plazo. Hay que educar a la sociedad a respetar los derechos humanos de todos los ciudadanos, pues “todos nacemos libres y somos iguales en dignidad y derecho”. Hay que fomentar valores como la tolerancia, la solidaridad, la justicia y la libertad; frente a otros tan dañinos como la intolerancia, el racismo, la violencia y el terrorismo. Un mundo donde primen estos valores, lo reconozco, es bastante utópico, se puede decir que un sueño, pero yo al menos lo comparto, y si como profesionales de lo social lo llevamos a cabo de la mejor forma posible, podemos conseguirlo.

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