lunes, 23 de mayo de 2011

ADICCIÓN A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS


La exposición del pasado 18 de Mayo estuvo dedicada al tema de las adicciones a las nuevas tecnologías, un tema novedoso y a la vez muy importante a tener en cuenta, pues con los cambios que se están produciendo en la sociedad, éstas están cobrando una vital importancia en nuestras vida cotidiana, produciendo en algunos casos la adicción. Pienso que las compañeras han hecho un trabajo estupendo y han sabido trasmitirnos los conocimientos sobre este tema. La exposición me ha parecido muy interesante y no me ha resultado nada pesada a pesar del gran contenido teórico.

En primer lugar, hay que señalar que la adicción a las nuevas tecnologías se encuentra en el grupo de adicciones psicológicas o sin sustancias. Como en cualquier caso que hablamos de adicción, es importante la distinción entre uso, abuso, dependencia o adicción, ya que muchas veces desconocemos lo límites que existen entre unos y otros, y es más complicado reconocer que estamos ante un problema de adicción. Este último llega cuando la persona pierde el control de su vida, se deja de lado otras cosas de la vida cotidiana que se realizaban con frecuencia, y cuando no está conectado, no deja de pensar en ello, apareciendo el llamado síndrome de abstinencia.

En esta sociedad, en las que las nuevas tecnologías son tan necesarias para llevar a cabo actividades de la vida diaria como por ejemplo un trabajo de universidad, comunicarnos con familiares, con jefes o compañeros de trabajo, etc…cualquiera puede volverse adicto a las nuevas tecnologías, pero existen unos factores de riesgo que hacen que ciertas personas sean más propensas a ellos como: las carencias psicológicas primarias, dificultad para relacionarnos interpersonalmente, ya que hay personas que carecen de habilidades sociales, personas tímidas, con baja autoestima, etc. En cuanto a la edad, los jóvenes son los más propensos a caer en algún tipo de adicción relacionada a las nuevas tecnologías.

Las tecnologías que producen más adicciones son los videojuegos, la telefonía móvil, Internet y las redes sociales, cada una de ellas tiene sus propias características y peculiaridades, pero alguna de las consecuencias son las mismas: aislamiento social, problemas de vista, dolores de cabeza, insomnio, etc.

En el caso de internet, suelen producirse otras más graves como son el caso del Ciberacoso o ciberbully (amenazas y burlas a través de internet), el cibersedentarismo o el grooming (los pederastas se ganan la confianza de los menores mediante engaños). En Estados Unidos y Japón, existe un síndrome denominado “Hikikomori”(síndrome de la puerta cerrada), el cual nos explicaron las compañeras, y me pareció bastante curioso puesto que lo desconocía. Consiste en que las personas se quedan encerrados en una habitación durante largos periodo de tiempo, sin contacto con el exterior (que no sea a través de la red).

En nuestro país las nuevas tecnologías no tienen el desarrollo y la fuerza que en países como Estados Unidos y Japón, pero las compañeras nos explicaron de que existen algunas asociaciones que están trabajando en este aspecto. Entre algunas de ellas se encuentra la Fundanción Gaudium, ubicada en Madrid, y que se dedica a Investigar, prevenir e informar sobre este tema. Otra de ellas, es Aserje, ubicada en Sevilla, y donde las compañeras realizaron su experiencia práctica.

Las compañeras nos comentaron que nuestro papel de educadores sociales está muy poco visible en esta problemática (como en muchas otras), algo que considero un error, y que debería de cambiar. Como profesionales, somos los más indicados para prevenir y reeducar a la sociedad sobre los riesgos que conllevan las nuevas tecnologías, tanto a los más jóvenes como a sus padres, y enseñar a realizar un uso responsable de ellos. Las adicciones a las nuevas tecnologías están siendo cada vez más visibles en nuestra sociedad, estamos ante un cambio en nuestra forma de comunicación y esto es una realidad. Debemos ser consientes de los riesgos que esto supone, por ello, los centros especializados en adicciones deben ir incorporando programas de tratamiento ante esta nueva adicción, mucho más complicada de tratar porque como comentaban las compañeras, ¿cómo se le puede pedir a un adicto a las nuevas tecnologías que no use internet ni el teléfono móvil si están “a la orden del día” en nuestra sociedad? Por ello, vuelvo a repetir, de la importancia de la REEDUCACIÓN Y LA PREVENCIÓN. Por último, hay que tener en cuenta la educación en este aspecto de los llamados “inmigrantes digitales”, es decir, aquellas personas que no han nacido en esta época donde han cobrado tanta importancia las nuevas tecnologías, y por tanto sufren un gran desconocimiento acerca de ellas. Es importante la educación de estas personas, porque deben de conocer los peligros que conlleva, informando y asesorando sobre cómo conseguir que sus hijos hagan un uso responsable de ellas y establecerles unos límites que impidan que abusen de ellas y puedan llegar a ser adictos.

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