sábado, 21 de mayo de 2011

INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA Y SALUD MENTAL: TOC Y SUICIDIO


Este tema fue el protagonista de la exposición del pasado 27 de Abril. A mi parecer muy novedoso, ya que apenas hemos tratado el tema de las enfermedades mentales a lo largo de estos tres años de carrera, y los compañeros han sabido acercarnos muy bien a este mundo, en especial a los trastornos obsesivos compulsivos (TOC) y el suicidio, temas centrales de la exposición.

Al comienzo de la exposición, nos hablaron sobre los tratamientos que se han llevado a cabo con las personas que padecen algún trastorno mental, algunos tan crueles como las sangrías, climaterapia o la lobectomía frontal. Aunque pueda parecer extraño, estos no son métodos de hace siglos, si no que han estado presente hasta 1970, y en la actualidad aún quedan restos de estos métodos “curativos” (tratamiento farmacológico entre otros), y lo que es peor, la misma forma de pensar sigue aún muy arraigada. Aún en esta sociedad, hay personas que se refieren a estas personas como “locos”, ya que su patrones de conducta y comportamiento no son los que consideran “normales”, aquí planteamos el debate de siempre ¿Qué es lo anormal y que lo normal? ¿Por qué nosotros si tenemos un comportamiento normales y ellos no? En este sentido, fue muy reflexiva la frase de Edgar Allan Poe que mostraron los compañeros en su exposición, donde plantea la interpretación de un mundo al revés, donde los “locos” seríamos nosotros. Así pues, debemos entender que la enfermedad mental es una construcción social.

Las enfermedades mentales no son consideradas unas patologías, si no como formas distintas de responder ante diferentes circunstancias que se presentan. Entre los problemas fundamentales a los que se enfrenta este colectivo tenemos la falta de apoyo familiar, el estigma social y los prejuicios sociales del que son víctimas, esto provoca que estén prácticamente excluidos del mercado laboral o el acceso a la formación. Esto se debe, como dije anteriormente a la construcción social de la sociedad, que señala las conductas como “anormales”, ya que está poco sensibilizada sobre este tema y desconoce muchos de los aspectos de las enfermedades mentales.

Los TOC, uno de los temas centrales de la exposición, se caracterizan porque las personas que los padecen llevan a cabo conductas obsesivas y compulsivas, que en caso de no realizar generan una alta ansiedad en ellos. Las personas no pueden controlar estos comportamientos (lavarse continuamente las manos, asegurarse de que se han cerrado correctamente las puertas, temor a contaminarse, ordenar la casa, etc), a pesar de tener consciencia de que estos no son lógicos, pero es tal la ansiedad y estrés que le producen si no las hace, que deben de ejecutarlas. Es importante distinguir este trastorno de otros aspectos como las “manías”, y de esto también hablamos en clase. Que una persona tenga por costumbre, asegurarse que un plato ha quedado limpio, no significa que esto sea un TOC, pues si un día dejase de realizar la acción no le supondría ningún tipo de estrés.

Por otra parte, El suicidio fue el otro tema tratado. Como sabemos el suicidio tiene como objetivo la intención de morir, y por ello es un tema tabú del que no suele hablarse abiertamente. ¿Hablar del suicidio incita a hacerlo? este fue uno de los debates que se plantearon en la clase, y que opino que no. Para mi hablar del suicidio siempre va a ser una fuente de prevención, ya que hay que transmitir que cuando se atraviesa una situación complicada, que provoca malestar, existen otras alternativas y salidas distintas para afrontarla, y que solo hay que buscar el apoyo de tu familia, amigos o algún profesional. Los compañeros también eliminaron otros falsos mitos que existen sobre el suicidio como la idea de que la persona que va a hacerlo no emite ningún tipo de señal, algo que es falso, y que de saber interpretarlas, se podrían prevenir muchos casos.

Es muy importante la transmisión de información acerca de estos temas, pues como hemos visto en el caso del suicidio este se puede prevenir, si se le da otra serie de alternativas al individuo, y cuenta con el apoyo de su familia, amigos o distintos profesionales. El apoyo en el caso de los TOC también es fundamental, ya que en la mayoría de los casos el individuo se encuentra aislado, y con falta de apoyo, bien por su familia o por la sociedad. Como profesionales debemos eliminar los estereotipos y prejuicios que hay sobre este tema, y guiar nuestra intervención a facilitarle al individuo una vida lo más normalizada posible. Dicha intervención con él, iría encaminada especialmente a la educación en conductas que le permitan aliviar el estrés y ansiedad generados por las conductas. Debemos reivindicar nuestro papel, ya que más allá de los métodos medicinales o de los centros especializados no se consideran la importancia de nuestra intervención.


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