lunes, 16 de mayo de 2011

TEXTO 5: LAS AGENCIAS DE SOCIALIZACIÓN


Este texto de Rafael Merino, como índica el título va referida a las agencias de socialización. En las anteriores entradas ya nos hemos referido a la socialización, pero en esta ocasión nos vamos a centrar especialmente en las instituciones que son las encargadas de incorporar al individuo en la sociedad, como son la familia, la escuela, los medios de comunicación, el grupo de iguales o el trabajo.

No podemos negar que la familia es la principal agencia, con la que primero tomamos contacto en nuestra vida, o lo que es lo mismo, es el primer nivel de socialización. En ella tiene lugar la socialización primaria del individuo, pues a través de ella el niño va adquiriendo los patrones de conductas básicos para vivir en sociedad. Las familias han cambiado mucho a lo largo de los años, el modelo de familia extensa también convive en la actualidad con otros como la familia nuclear, monoparentales, matrimonios homosexuales, etc. Al igual que cambian su forma, también son distintas las formas de educación a sus hijos, cada familia decide que estilo considera más apropiado. En la lectura de Merino destacan los siguientes:

Estatutario: Este estilo se caracteriza por un gran control disciplinario sobre los hijos y un escaso afecto.

Proteccionistas: En esta ocasión se combina el control disciplinar con las muestras de afecto hacia los hijos.

Permisiva: Se caracteriza como la ausencia de disciplina como herramienta educativa, basando su relación con los hijos en el afecto.

Negligentes: Se caracteriza porque los padres renuncian a ejercer como tales, si seguir ningún tipo de pauta educativa.

Personalmente no creo que haya ningún estilo puro de educación que sigan los padres, cada situación a la que se enfrentan es diferente, y como tal su modo de actuación variará. Cuando nacemos, no llevamos ningún manual bajo el brazo (una frase que he oído bastante), y nuestro padres deben afrontar situaciones muchas veces nuevas para ellos. El estilo proteccionista del que nos habla Merino, es bajo mi opinión el más adecuado y el que debe intentar llevarse a cabo, pues los niños van a necesitar que se les ponga medidas de control y límites para marcarles aquellas actitudes o conductas que no están bien, como también un gran afecto que cubra las necesidades emocionales. En muchas ocasiones, especialmente en la adolescencia, en la que entran en juego más agentes que posteriormente veremos, los padres pasan a tener un segundo plano, y es donde vienen los problemas. Ante la rebeldía de sus hijos, y el sentimiento de impotencia, terminan dándose por vencidos y dejar que sus hijos hagan los que le den la gana, con el riesgo de que estos pierdan cualquier tipo de control.

Otro error de las familias es la distinción de roles, el padre suele ser la figura de autoridad y la madre de afecto, esto en ocasiones puede ser perjudicial porque cuando se pierde la relación con algunos de los dos, termina faltando algún factor.

La escuela constituye otro importante agente de socialización en la infancia. Tras el contacto con la familia, los niños van incorporándose a la sociedad a través de nuevas relaciones fuera de ella. En la escuela toman contacto con otros niños, con los que van entablando amistades y se desarrollan en la sociedad. Además de transmitirle valores, y pautas de conductas, también van adquiriendo formación para que en un futuro su inserción en el mundo laboral tenga éxito.

En muchas ocasiones, las relaciones entre la familia y la escuela no guardan concordancias, porque se atribuyen funciones diferentes que chocan, es por ello, que debemos intentar que estas relaciones sean buenas para que el niño no sufra problemas a la hora de la socialización, y posteriormente, como hemos visto en los anteriores textos, pueda actuar de una forma que le ponga en desigualdad frente a otros individuos.

A pesar de que estas dos agencias de socialización, la familia y las escuelas son las más conocidas, existen como hemos dicho al principio, otros agentes que también repercuten de manera muy importante en la socialización de las persona. Entre ellos destacan:

Los medios de comunicación de masas. Aunque sin darnos cuenta, muchas veces las películas o series que vemos en la televisión, la publicidad que se distribuye por distintos medios como revistas, radio o televisión, influyen de forma clara en nuestros compartimientos y conductas. En mi opinión, estos medios son los causantes de muchos estereotipos y prejuicios que existen en la sociedad, pues son la fuente principal de difusión. Uno de los mayores riesgos de esta agencia, es que pocas veces se tiene en cuenta, por lo que los padres no suelen controlar en exceso los programas o series que ven los hijos. En los adolescentes suele ser muy importante, un ejemplo claro es la anorexia. Ahora en verano, vemos continuamente el anuncio de “dietas- milagros, los desfiles de modelos esbeltas en traje de baño, etc. Nos están vendiendo una imagen del cuerpo muy poco real, y las chicas quieren seguir este modelo, aunque para ello pongan en riesgo su salud.

Mediante el tiempo libre, los niños van forjando nuevos gustos, realizado diversas actividades que también le permite relacionarse con otros. El grupo de iguales con los que se relaciona el niño, también es un agente socializador importante, pues si duda van a influir bastantes en sus pautas de comportamiento y pensamiento, especialmente en la etapa de la adolescencia, cuando la relación con los padres tiende a ser más distantes. En esta etapa es importante que se fomente el diálogo entre los padres y los hijos, para que se produzca un mayor entendimiento y así prevenir causas que lleven a conflictos mayores y puedan tener consecuencias negativas en la socialización. Pero el grupo de iguales no puede verse tampoco de una forma negativa, pues si este es adecuado, también influye en el individuo de manera positiva, e incluso correctora en caso de presentarse una conducta que este grupo no apruebe (si un adolescente comienza a consumir drogas y su grupo le da de lado, es posible que deje de hacerlo para poder estar de nuevo con ellos). En los grupos de iguales, los individuos también se comprenden y apoyan mutuamente, siendo una gran ayuda ante situaciones difíciles que tengan que afrontar.

Por último, nos encontramos con el trabajo, donde además de adquirir nuevas relaciones o amistades, también desarrollamos nuestras habilidades y destrezas. En la edad adulta se convierte en una agencia de socialización muy importante, no tan solo por lo anterior, si no porque es la forma a través de las cual vamos a cubrir otras necesidades como la de tener una vivienda, coche, viajar, etc. Si esta agencia falla, es muy común que la socialización sufra una disfunción importante, repercutiendo de forma negativa en el desarrollo del individuo (puede caer en depresiones, adicciones, alejarse de la familia, etc).

Como conclusión, esta lectura aporta una apertura de todos los agentes que influyen en la socialización de los individuos, y que como educadores sociales, es importante tener en cuenta a la hora de realizar nuestra intervención. Debemos evitar que se produzca contradicciones entre unas agencias y otras, ya que esto puede ser perjudicial para la socialización, y esto desencadenaría, como se ha dicho en otros textos a conductas antisociales y con mayor riesgo de desadaptación social.

1 comentario:

  1. Creo que te has puesto al día en las lecturas. Las entradas son buenas combinando tus apreciaciones personales con los contenidos de los textos. Jose

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