viernes, 20 de mayo de 2011

SEMINARIO V: EL ALCOHOLISMO


En esta quinta conferencia hemos contado con la presencia de una trabajadora social de Anclaje, una asociación que trabaja el tema de la adicción al alcohol.

Me pareció un tema muy importante, ya que opino que nuestra intervención ante este tema es fundamental. El alcohol es una droga legal, que cada vez está más expandida, y empieza a consumirse cada vez a edades más tempranas, ya que está en cierto modo “normalizada”. Los jóvenes empiezan a consumirla sin pensar en los problemas que esto puede acarrear, por lo que es muy importante la concienciación en nuestra sociedad hacia ella, y que se haga un consumo responsable de él.

En una de las clases de problemas psicosociales de la infancia y la juventud, una optativa, estuvimos debatiendo sobre este tema. Me di cuenta de lo normalizado que está su consumo, pues el profesor nos contó una anécdota que le sucedió muy graciosa y a la vez reveladora: había apostado con sus amigos que no bebería nada de alcohol en una nochevieja, y durante toda la noche tanto su familia como sus amigos le incitaban a beber. ¿Tiene la sociedad la imagen de que sin alcohol no hay diversión?¿Es necesario “cojerse una cogorza” para pasarlo bien? En alguna ocasión yo también he oído expresiones como “si no bebo, no me lo paso bien” “eres un/a aburrido/a por no beber”…no entiendo esta necesidad que tienen muchos jóvenes de beber TODOS los fines de semanas, pues sin darse cuenta, pueden caer en problemas muy graves. Ni que decir que tiene, que el consumo tanto de alcohol, como de tabaco, puede desembocar en el consumo de otras drogas, por tanto, previniendo el consumo de alcohol, también se pueden prevenir otras más peligrosas.

Como empecé comentando, cada vez se empieza a consumir a edades más tempranas, y los jóvenes no ven el riesgo al hacerlo, porque siempre se le ha asociado a la diversión y a la interacción con otras personas. Por ello, nuestra intervención preventiva puede ser muy importante, si concienciamos sobre los problemas y riesgos que trae el alcohol, se puede retardar la edad de consumo, y que cuando lo hagan, sea con un consumo más responsable que evite problemas como los comas etílicos (por poner un ejemplo). Las escuelas pueden ser una adecuada institución donde llevar a cabo nuestra intervención pues, al ser un importante agente socializador, también tienen el deber, junto a la familia de educar en este ámbito.

Por otro lado, la sociedad también es un factor a considerar, pues como he dicho al alcohol aparece unido a la fiesta, a la diversión, a la interacción con otras personas, etc, que son transmitidas por muchos medios de comunicación, series o películas. Por lo tanto, nuestra intervención en ella también va a ser muy importante, debemos concienciar y sensibilizar sobre lo riesgos perjudiciales que conlleva el consumo de alcohol, y que la imagen que se da de esta droga no es la real. En mi opinión, los ayuntamientos deberían favorecer la participación de los jóvenes en alternativas al botellón, no simplemente dedicarse a prohibirlos, interesarse por actividades de ocio y tiempo libre que les interese realizar.

Hasta ahora nos hemos centrado en los jóvenes, en la prevención del alcohol, pero ¿Qué sucede con aquellas personas que ya han caído en esta adicción?¿Cómo podemos intervenir para que salgan de ahí?

En mi opinión es muy importante el trabajo con la familia, o alguna red social importante para que apoyen a su familiar o amigo a lo largo de todo el proceso de rehabilitación y lo más importante, que no lo culpe por la situación que está atravesando, ya que deben considerar los factores que le han llevado a ello. Muchas veces las familias carecen de información, (por ello hablaba antes de la importancia de concienciar a la sociedad) y les puede llevar a actuar de forma errónea.

En cuanto a la persona con problemas de adicción, es importante conocer los factores que le han llevado a esa situación, hacerle ver la gravedad del problema y la necesidad por salir de él. Si una persona que tiene una adicción al alcohol, o cualquier otra, no la reconoce o no está motivado para salir de ella, jamás lo hará. Por ello, nuestra intervención educativa comienza con motivarlos, y una vez admitan que quieren solucionar su problema, comenzar el proceso de rehabilitación. En este proceso, los educadores sociales tenemos un papel fundamental a hora de apoyar a la persona adicta a salir de esta adicción, en mostrarle otras alternativas y en educarle en nuevos patrones de conducta.

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